Llamamos tarima a las tablas rectangulares macizas de madera con una ranura (hembra) y lengüeta (macho) mecanizadas formando la unión (machihembrado) y que cumplen la norma UNE-EN 13226. Las medidas que existen en el mercado son de 14 a 23mm de grosor, de 250mm a 3000mm de largo y un ancho de 40mm a 160mm. El grosor más habitual es de 22mm.
Es un material longevo y tradicional y de excepcional resistencia, un inconveniente es su precio. Éste tipo de parquet lo podemos instalar o colocar de 3 formas: instalación flotante, encolados al suelo y sobre rastreles que pueden ser fijos o flotantes.
Antes de empezar, nos debemos asegurar que la solera debe estar limpia y nivelada.Primero colocaremos en el suelo una espuma de alta densidad, después aplicaremos adhesivo por el machihembrado y por la testa de las piezas para luego unirlas y que queden perfectamente adheridas entre sí. Nosotros desaconsejamos este tipo de instalación, si fuera necesario recomendaríamos en este tipo de instalación usar elastilón ya que también irá adherida por la parte de la contracara.
Como en la anterior instalación, el suelo debe de estar limpio y nivelado ya que aquí se utilizará un adhesivo que aplicaremos a la solera para unir entre sí la tarima y el suelo. La aplicación se puede realizar de varias dos formas a espátula o con cordones de adhesivo. Últimamente los fabricantes están confeccionando tarimas más cortas y con acabado para no tener que pulir o acuchillar la tarima después de la instalación.
Lo primero que haremos será limpiar bien toda la solera. En el caso de que el suelo esté desnivelado, buscaremos la zona más alta y desde ahí podremos empezar a nivelar el primer rastrel y/o también podemos buscar una altura deseada, Los rastreles están constituidos por listones de madera de varias especies pero la más utilizada es la de pino. El rastrel lo podremos fijar discontinuos (es cuando se fijan los rastreles atornillados al suelo y/o adheridos con yeso o mortero) o continuos ( insertados en el mismo planche como en la fotografía). La separación de los rastreles será de 35 cm. A la hora de colocar aplicaremos varios puntos de adhesivo sobre los rastreles y colocaremos la tarima, clavándola por la lengüeta al rastrel.
En este tipo de instalación el suelo como siempre
tiene que estar limpio y nivelado. Colocaremos los rastreles sobre el suelo y sin adherir dejando una distancia de 35 cm entre ellos. Aplicaremos varios puntos de adhesivo en los rastreles y clavaremos la tarima por la lengüeta.
Es importante que la madera proceda de una gestión forestal sostenible, ya que es un material ecológico y renovable.